La encomienda de insertarse en la selva mexicana, en un punto estratégico donde los árboles propios de la región brindan un aire inspirador; hace de Lote B un proyecto de paisajismo en el que debe surgir ante todo la armonía para meditar y practicar yoga, y en donde es posible, debido a la localización de las plataformas, utilizar los sonidos y las vistas naturales a favor.

La madera es entonces la protagonista en dichas planchas, las cuales se distribuyen respetando en su totalidad la flora del lugar y sus accidentes geográficos; permitiendo que cada persona se cobije en el manto de higueras y parotas de manera independientes, pero conectadas entre si.

El paisajismo logrado en Lote B, hace tangible las teorías de construir nuevas formas sin modificar el entorno, sumando equilibrio a un sitio con belleza per se.